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sábado, 24 de noviembre de 2012

Sexo tántrico: un orgasmo interminable

Para disfrutar del sexo tántrico hay que estar dispuesto a dejarse llevar y a librarse de ideas preconcebidas. Lo más importante es olvidarse de las prisas, crear un entorno adecuado y vivir una experiencia sexual sin la meta de la eyaculación como único desenlace posible. En este caso, la aventura trata de disfrutar del camino sin
pensar en el final. ¿Estás dispuesto a explorar los límites del placer?

Para disfrutar del sexo tántrico hay que estar dispuesto a dejarse llevar y a librarse de ideas preconcebidas. Lo más importante es olvidarse de las prisas, crear un entorno adecuado y vivir una experiencia sexual sin la meta de la eyaculación como único desenlace posible. En este caso, la aventura trata de disfrutar del camino sin
pensar en el final. ¿Estás dispuesto a explorar los límites del placer?

Para disfrutar del sexo tántrico hay que estar dispuesto a dejarse llevar y a librarse de ideas preconcebidas. Lo más importante es olvidarse de las prisas, crear un entorno adecuado y vivir una experiencia sexual sin la meta de la eyaculación como único desenlace posible. En este caso, la aventura trata de disfrutar del camino sin
pensar en el final. ¿Estás dispuesto a explorar los límites del placer?

Para disfrutar del sexo tántrico hay que estar dispuesto a dejarse llevar y a librarse de ideas preconcebidas. Lo más importante es olvidarse de las prisas, crear un entorno adecuado y vivir una experiencia sexual sin la meta de la eyaculación como único desenlace posible. En este caso, la aventura trata de disfrutar del camino sin
pensar en el final. ¿Estás dispuesto a explorar los límites del placer?

Caricias delicadas, respiración pausada y penetración suave dejando de lado las prisas y posponiendo la eyaculación. ¿Qué te sugiere la combinación? Hablamos del tantra, una práctica sexual nacida en la India en la que se busca alcanzar la plenitud espiritual a través del contacto sexual.

Quizás te suene a chino o sólo lo hayas oído en las películas, pero te conviene saber que el sexo tántrico promete convertirse en la práctica de moda en estos tiempos donde las prisas y es estrés invaden nuestras vidas. El movimiento Slow, o lo que es lo mismo, respetar el ritmo interno que nos dicta nuestro cuerpo, nos anima a detenernos y disfrutar del presente. La corriente llega hasta nuestra cama y cada vez son más los defensores del sexo sin prisa que se rinden a sus preceptos, pues como muchos aseguran: "el orgasmo no es el final de la fiesta sino el principio de la celebración". ¿El objetivo? Llegar al Nirvana o estado de iluminación supremo en sesiones de unas tres horas, durante las cuales se intenta retrasar el orgasmo al máximo para obtener y proporcionar un placer intenso que nos puede llevar más allá de los límites conocidos.

Para practicar el sexo tántrico es muy importante crear un ambiente agradable con una iluminación tenue, aromas sugerentes y música relajante. Deberéis escoger un lugar que os resulte cómodo y en el que no podáis ser interrumpidos. Allí os sentareis desnudos uno frente al otro respirando suavemente hasta que consigáis compartir el aire acompasando vuestros ritmos.

A continuación podéis comenzar con besos ligeros que poco a poco se irán haciendo más prolongados. Las caricias han de ser lentas intentando evitar la zona de los genitales, que mantendrá un estado de excitación continua hasta el momento final en el que se proceda a la penetración, durante la cual se intentará hacer los mínimos movimientos con la intención de sentir vuestros cuerpos unidos. Cuando el hombre sienta que va a eyacular, deberá respirar profundamente con el fin de retrasar al máximo el momento.

Muchos seguidores del tantra recomiendan restringir las relaciones para acumular la energía sexual y hacer de cada acto un encuentro memorable. Antes de ponerse manos a la obra es importante que la pareja aprenda a controlar la respiración. Un buen ejercicio puede ser estando el hombre sentado sobre una colchoneta, la mujer puede sentarse sobre él abrazando con sus piernas la cintura de éste. Los dos, con los rostros pegados, podéis comenzar a respirar al compás, sin hacer ningún otro movimiento. Una música adecuada puede ayudaros a concentraros en vuestros cuerpos dejando de lado todo lo demás.

Si estás interesado por este tipo de práctica, debes saber que el tantra te ofrece numerosas posturas y posibilidades de disfrute. Aquí te dejamos algunas de las más placenteras.

1. 'El beso del deseo'. La pareja se acuesta uno junto al otro y comienzan a besarse mirándose a los ojos. ¿La dificultad? Deberéis mantener las manos quietas pues está prohibido tocarse. De esta manera se trabaja el control de la excitación y se entrena la resistencia.

2. Padm. Una de las posturas sentadas más populares. El hombre se sienta con las piernas cruzadas y la mujer se sienta en su regazo, rodeando el cuerpo de él con sus piernas. Para realizar los movimientos sexuales, el hombre apoya las manos sobre los hombros de la mujer ejerciendo suaves presiones.

3. Kali. La mujer se sienta en cuclillas sobre el hombre y sin moverse comienza a trabajar con los músculos de la vagina. El resultado final es un orgasmo prolongado que liberará a la pareja de energías que puedan tener bloqueadas.

4. Gajasawa. Ella se tiende boca abajo con las piernas abiertas. Él se tiende sobre ella también boca abajo, arqueando su torso para facilitar la penetración.

5. Janu-kuru. De pie, uno frente al otro, él pasa los brazos por detrás de las rodillas de ella y sosteniéndola con la parte interna del codo, la levanta hasta la altura de la cintura, mientras ella con ambos brazos se agarra del cuello de él.

Lo habitual es llevar a cabo el acto sexual sobre colchonetas en el suelo o bien apoyarse en almohadones o zonas confortables. Para aquellos más experimentados, existen asientos diseñados específicamente para favorecer la práctica de las posturas.

Con la práctica, los cuerpos de los amantes se vuelven tan ligeros que en ocasiones se puede llegar a experimentar una sensación parecida a la ingravidez.

Para emular estas sensaciones es posible adquirir un columpio que nos permita hacer el amor flotando en el aire, lo que convertiría el acto sexual en toda una experiencia. Este columpio, diseñado para proveer un placer sin límite en diferentes posiciones, contiene un arnés para la parte trasera, uno para la parte delantera y dos argollas para las piernas.

Para disfrutar del sexo tántrico hay que estar dispuesto a dejarse llevar y a librarse de ideas preconcebidas. Lo más importante es olvidarse de las prisas, crear un entorno adecuado y vivir una experiencia sexual sin la meta de la eyaculación como único desenlace posible. En este caso, la aventura trata de disfrutar del camino sin pensar en el final. ¿Estás dispuesto a explorar los límites del placer?

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